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Birding en el Alto Turia
El interior de la provincia de València guarda una sorpresa para los amantes de la observación de las aves y de la naturaleza. Un espacio natural declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO que abarca una gran variedad hábitats y de paisajes por descubrir.
Hoy queremos proponeros un viaje ornitológico por la comarca del Alto Turia, una de las zonas más abruptas de la Comunitat Valenciana formada por sierras, valles, ríos y desfiladeros donde avistar algunas de las aves más fascinantes que habitan en los ecosistemas mediterráneos de esta zona de la península ibérica.
Desde el que se inicia, hasta el más experimentado -pasando por aquellos que les gusta “pajarear” en familia-, el aficionado a la observación de aves dispone en la web de Birding Comunitat Valenciana de información y propuestas a todos los niveles y gustos.
Jornadas de un día en familia o con amigos, fines de semana que combinan la observación de aves con la visita a una bodega familiar en el valle de Ahillas (aldea de Chelva) y, por supuestos, excursiones “a medida” para aquellos que desean adentrarse en estos valles y explorar los enclaves más especiales donde encontrar las especies más singulares.
Sobre esta región vertebrada por el río Túria y sus afluentes, alzan el vuelo grandes rapaces como el buitre leonado, el águila real, el halcón peregrino y especies rupícolas que habitan en los cortados calizos de barrancos y desfiladeros como vencejos reales o chovas piquirrojas.
En las zonas más altas de estas montañas, dominadas por el sabinar, en época invernal se pueden observar especies procedentes del norte de Europa que buscan aquí alimento y refugio y que son de gran interés para los aficionados a las aves como el mirlo capiblanco, el zorzal real y el alirrojo, el verderón serrano o el picogordo.
(Foto: ACTIO Birding)
Esta región, perteneciente a la provincia de Valencia, también es el hogar del águila perdicera o de Bonelli, y del alimoche, pequeño buitre migratorio que tiene en estos parajes sus únicos lugares de cría en la provincia de Valencia. Ambas especies, veraderas “joyas” de la fauna ibèrica, e incluidas en el Libro Rojo de las aves de España en la categoría de “en peligro” y que aparecen como “vulnerable” en el Listado de especies silvestres en régimen de protección especial en España y la UE.
También las zonas cultivadas de los valles con sus casas de campo y corrales, muchos abandonados, son un hábitat propicio para la observación de aves ligadas a estos medios como el abejaruco, las collalbas gris, rubia y negra, el bisbita campestre o la curruca zarcera además de la alondra común, el arrendajo, el escribano triguero, …
Algunos de los mejores lugares para la observación de aves y el disfrute de estos magníficos parajes de alto valor natural, histórico y patrimonial son:
El Azud de Tuéjar.
Un área recreativa situada junto al nacimiento del río Tuéjar donde antiguamente existía una presa que canalizaba el agua de la acequia del pueblo.
Actualmente se ha convertido en una zona de esparcimiento que alberga una micro-reserva de flora con especies vegetales típicas de ribera como son el chopo, el álamo blanco y el sauce. Desde este punto es posible apuntar observaciones de aves como el reyezuelo listado, el pico picapinos, el herrerillo capuchino, el agateador común y un largo etcétera que incluye especies ligadas a cursos de agua como el zarcero políglota o la lavandera cascadeña.
(Foto Turisme Comunitat Valenciana)
El Pico del Remedio, por encima de los 1.000 metros de altitud, al que se accede desde Chelva por una estrecha carretera que conduce a Ahillas y La Yesa y que discurre por este abrupto paisaje con vistas espectaculares, zonas rocosas y pinares.
Se trata de un mirador natural para la práctica del birdwatching, con una bella panorámica sobre el valle del Tuéjar y desde donde se puede divisar el municipio de Chelva, y donde nos vamos a ver sobrevolados por los buitres leonados, cuervos, chovas y algún halcón peregrino. Próximo al pico se haya el Santuario del mismo nombre que también es un bonito enclave rodeado por montañas y bosques donde acuden piquituertos, carboneros, petirrojos y un sinfín de aves forestales.
(Foto ACTIO Birding)
En Chelva puede realizarse La Ruta del Agua, ruta señalizada, que comienza y termina en el casco urbano del pueblo y nos invita a “pajarear” entre la vegetación propia de la ribera del río Tuéjar donde tratar de captar la oropéndola, el ruiseñor, … u observar rapaces como el gavilán o el busardo ratonero. Y todo ello mientras descubrimos antiguas ruinas de ingenios hidráulicos, molinos harineros,… y donde encontraremos zonas recreativas para descansar y algunos miradores.
La Ruta de la Peña Cortada, que se puede realizar desde la cercana localidad de Calles, nos lleva a unos de los parajes más espectaculares de la provincia y de la Comunitat Valenciana donde nos espera una impresionante obra de ingeniería romana, restos del antiguo acueducto al que accederemos por túneles excavados en la roca.
A lo largo del recorrido es posible observar el roquero solitario, o el avión roquero mientras que el cernícalo vulgar o el águila culebrera también suelen sobrevolar estos lugares.
Acueducto de la Peña Cortada a su paso por Calles. (Foto Turisme Comunitat Valenciana)
Desde el embalse de Benagéber se puede realizar la preciosa Ruta de los Chorros del Barchel
Una bella zona declarada como Paraje Natural Municipal situada entre los cañones del río Túria, en el término municipal de Chelva.
Por sus alrededores merodean aves de interés como el acentor alpino y el mirlo acuático, además de otras especies paseriformes y forestales que realizan vuelos acrobáticos sobre las rocas y las copas de los árboles.
Mientras, en el embalse podemos encontrar algunas aves acuáticas siendo el somormujo lavanco una de las más abundantes en invierno.
(Foto Turisme Comunitat Valenciana)
El Castillo de Domeño se encuentra situado en lo alto de un cerro junto a lo que fue la población de Domeño, derruida debido a la ampliación del embalse de Loriguilla.
Desde este punto existe una amplia panorámica desde donde se observa la desembocadura del afluente, el Tuéjar, en el río Blanco, nombre que recibe por esta comarca el río Túria, formando la cola del pantano de Loriguilla.
Aquí habitan algunas especies de entornos acuáticos como la garza real, el cormorán grande, el zampullín común o el andarríos chico.
(Foto Turisme Comunitat Valenciana)
Esta magnífica lista termina en el Paraje de los Calderones, en el término municipal de Chulilla.
Los Calderones está formado por las Hoces del río Turia y montes adyacentes situados a los pies de la presa del Pantano de Loriguilla. Una garganta profunda de paredes verticales que constituye un espectacular cañón, considerado como uno de los rincones más bellos de la Comunitat Valenciana.
Un lugar ideal para la observación de especies rupícolas como el vencejo real, la chova piquirroja, el gorrión chillón, … y rapaces protegidas como el águila perdicera o el búho real.
(Foto Turisme Comunitat Valenciana)